La importancia de vernos

Estar más presentes

Vernos reflejados en otros es una necesidad humana.
Al darse este reflejo, es decir al vernos representados en lo que le pasa, en cómo es o en lo que hace otra persona, aprendemos, nos vemos desde otro punto de vista y nos sentimos parte de algo que nos incluye y nos supera: una comunidad.
En esto reside sintéticamente la importancia de vernos: cuando nos vemos, sencillamente somos, existimos.
Este efecto no sólo se produce al observar a otra persona en la calle o en el metro; también sucede en el teatro (tal vez sea su principal razón de ser), el cine, la televisión, la literatura y el cómic, e incluso si se trata de títeres, máscaras o personajes animados.
Por eso es grave la carencia de figuras que representen a nuestra comunidad en los medios y en los contenidos en general: no sólo hace que el súper diverso colectivo de la llamada discapacidad, sea invisible para la sociedad en su conjunto, sino que también nos dificulta vernos, aprender de nosotros mismos y consolidar nuestra identidad.

Hace unos años, allí por 2014, se dio en Estados Unidos un caso muy interesante: Andrea y Keston Ott-Dahl, padres de una niña con síndrome de Down, reunieron casi 100.000 firmas para solicitarle a Disney que diversificara sus modelos, que incluyera figuras con alguna discapacidad.
La idea es inteligente: el poder de este gigante de los contenidos y la capacidad de persuasión que tiene en sus manos, puede representar un aliado fabuloso en la carrera por la visibilización e inclusión de la diversidad.
Si bien la compañía no se ocultó ni apostó por «dejar pasar» el caso, sino que respondió a la familia diciendo que estaba permanentemente comprometida en la creación de personajes accesibles y cercanos a todos los niños, lo cierto es que, como cultura que atribuye tanto valor a los medios, estamos en pañales y nos falta muchísimo por hacer en cuanto a presencia de nuestra comunidad se refiere. Siguen faltando figuras específicas que nos interpreten de manera directa.

Esta carencia de presencia tiene un efecto nefasto en la cultura y hace que la ignorancia (la primera causa de toda discriminación), sea el status quo en relación a nuestro gran colectivo.
Como no aparecemos somos «raros», cosa que hace que aparezcamos menos, razón por la cual somos más raros, y así caemos todos en una espiral que acelera nuestra desintegración con el resto de la sociedad.
Por todo esto necesitamos más presencia, más visibilidad directa, menos intermediación e interpretación de terceros y ajenos, y como siempre y en toda circunstancia: menos ignorancia…

 

(imagen destacada: © Copyright Disney Pixar)

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